¿Cómo es la casa de tus sueños? ¿Una barroca mansión en las afueras de una gran ciudad con unos majestuosos jardines? ¿O, quizás, un chalet en primera línea de playa? Sean cuales sean tus preferencias, lo cierto es que muy pocas veces pasan por ser un estudio pequeño o un piso de reducidas dimensiones en medio de la urbe. Y, no nos engañemos, este es el escenario en el que la mayoría de la población ha de afrontar su día a día. Sin embargo, aunque comprar un inmueble siempre requiere efectuar una importante inversión económica, decorarlo está al alcance de cualquier presupuesto. Solo hace falta tener imaginación y unos gustos definidos para darle ese toque estético que lo pueda convertir en el hogar de tus sueños.
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Sácale el máximo partido a un estudio pequeño
Pero ¿cómo se consigue este efecto? Aunque no hay una fórmula mágica, no es menos cierto que existen una serie de pautas que suelen dar buenos resultados en todos los escenarios y conseguir que tu estudio, por muy pequeño que sea, luzca como si de un ático se tratara. Como utilizar colores claros en vez de oscuros para reforzar la amplitud. O usar determinados accesorios que nunca van a perjudicar la distribución espacial de la estancia. Se trata, de una especie de saber popular, no academicista, basado en una realización constante de pruebas para encontrar el diseño que se anda buscando. ¿Quieres saber más al respecto? Sigue leyendo este artículo en el que vamos a dar pautas para decorar incluso los pisos más pequeños que se puedan adquirir en el mercado. Y no olvides lo más relevante: ver el lado positivo de las cosas. Tu felicidad interior es el elemento decorativo de mayor valía. Puedes ser igual de feliz viviendo en un pequeño estudio que en una lujosa mansión. Y, admitámoslo, el gasto en consumo energético, en limpiezas diarias o, incluso, en decoración es muy inferior. Anímate y únete a nosotros en este repaso de trucos y recomendaciones para sacar el máximo partido estético de tu estudio o loft.
Trucos para mejorar cualquier aspecto de la decoración
1. Mobiliario. Con su inclusión en el piso, tendrás la oportunidad de reconfigurar el espacio, ya sea para conseguir una sensación de espaciosidad o compactar estéticamente el conjunto de la estancia. Las variedades y tendencias son infinitas, lo que enriquece si cabe sus posibilidades de aplicación. Los muebles multifuncionales siempre dan buenos resultados y se adaptan como un guante a los requisitos de una sociedad funcional y minimalista. Pensemos en esas mesas expandibles o apilables que pueden guardarse a placer para ahorrar espacio cuando no se están utilizando. Otra de las cualidades más importantes de estos muebles es que los puedes personalizar con suma facilidad, no solo en el terreno estético, sino en el operativo, una clara ventaja con respecto a modelos estandarizados. En cualquier caso, con sencillos trucos, siempre podrás conseguir el efecto visual que quieras de manera instantánea. En este sentido, si colocas los muebles más grandes contra la pared o no bloqueas los pasillos, lograrás una manera sencilla pero efectiva de evitar que tus visitantes al llegar a tu estudio, puedan tener la impresión de que has escogido un diseño demasiado estrecho. Y, siempre que puedas, deja trabajar la imaginación y no dejes todas las cosas a la vista. En vez de ello, si tienes muchas, es preferible que las ordenes aprovechando los cajones o cualquier otro complemento similar y apuestes por una presentación visual limpia y organizada.
2. Espejos. Pocos elementos pueden aportar mayor sensación de profundidad. Procura instalar modelos de mayor tamaño o incrustados a la pared, para que la habitación parezca más grande. Su secreto reside en que crean una ilusión de profundidad conforme van consiguiendo que la iluminación vaya rebotando en la sala. Especialmente, si la pared de fondo es blanca, una inteligente manera de expandir el espacio disponible. De este modo, por pequeña que sea la estancia, aunque solo conste de unos pocos metros cuadrados, se va a contribuir a una mayor ilusión espacial, gracias a los reflejos. Otro interesante truco es que sitúes el espejo en el lado contrario a las puertas y las ventanas (así disfrutarás de una perspectiva más profunda y voluminosa, a la vez que refleja mejor la luz natural del ambiente). Y lo que es más importante, hay muchas modalidades y estilos, por lo que es muy fácil que encuentres uno que se pueda adaptar perfectamente a tu situación. Un modelo que suele dar buenos resultados es el espejo de piso, una pieza independiente que añade a la estancia una sensación de abertura y no requiere de presupuestos abultados para su instalación.
4. Sofás. Siempre te recomendaremos apostar por un sofá grande en vez de dos pequeños. Así el espacio disponible parecerá más despejado, mientras disfrutas de una misma o comparable comodidad. No olvides que, de manera aproximada, un sofá que consta de doble plaza suele medir entre 165 y 180 centímetros de largo, ampliándose esta extensión a 200 centímetros si el sofá incorpora tres plazas con reposabrazos. Procura dejar unos 50 centímetros de distancia a los dos lados. Otro aspecto, igual de importante que el tamaño, es el del color: un sofá que haya sido tapizado con telas claras tiende a resultar menos voluminoso que uno que ofrezca tonalidades oscuras. De hecho, los colores claros y pálidos mejoran la iluminación, ensanchan el espacio y se pueden integrar fácilmente con cualquier decoración, especialmente si se combinan con estampados discretos. En cualquier caso, lo mejor, como ocurre con todo, es escoger un diseño a medida, para que puedas personalizar el accesorio siguiendo tus preferencias. En nuestra taller situado a 10 min. de Barcelona, podemos fabricarte sofás baratos a medida, si entendemos con ello comprar sofás directos de fábrica sin intermediarios que dupliquen el precio del producto.
5. Separador. En un piso pequeño, un separador de ambientes puede hacer auténticas maravillas. Consigue establecer fácilmente una separación clara entre la sala de estar y el dormitorio en un estudio. O entre cualquier otra sala. También te permitirá reutilizar el espacio disponible para improvisar un tocador con el que cambiarte y maquillarte en privado. Incluso puedes usarlo para que los niños tengan una zona de juegos propia. También lo puedes utilizar como una cortina, con el propósito de dejar fuera de la vista estantes desordenados, un área para dormir cerca de la ventana, un sofá cama en la sala de estar o, incluso, crear un dormitorio pequeño dentro de la habitación más grande. En este sentido, te puede dar buenos resultados en baños pequeños, a modo de cortina de ducha alrededor de la bañera, para ocultar dicho espacio cuando no se esté ocupando. En definitiva, puedes asignarle cualquier uso que se te ocurra, gracias al alto grado de versatilidad de estos accesorios. Su principal ventaja reside en que puedes montarlos en un momento y plegarlos igual de rápido para guardarlos. No es necesario, por tanto, que tengas que efectuar ninguna obra ni alteración en la estructura de la edificación. Por otro lado, sus medidas suelen ser estandarizadas y fáciles de adaptar, tanto de longitud como de alto, lo que te ahorrará muchos problemas al colocarlo. Asimismo, podrás encontrar modelos en todos los colores y formatos de presentación, tanto si buscas una combinación elegante como casual.
6. Alfombra. Se trata de otro accesorio decorativo que nunca hay que dejar de lado. Si no vas a reformar el suelo, por el motivo que sea, poner una buena alfombra en el lugar adecuado puede ayudarte a salvar la situación, incluso que el piso de 20 metros cuadrados se pueda ver estéticamente reforzado. Por no mencionar que siempre acaban añadiendo un efecto acogedor a la estancia. Solo has de encontrar aquella que mejor se adapte a tu estilo. Las alfombras confeccionadas con tejido o sintéticas no suelen ser muy costosas de limpiar, lo que las convierte en un candidato digno de consideración. Especialmente, si vienen decoradas con colores claros, ya que es una forma sencilla pero eficaz de aumentar la amplitud visual de la sala, a ser posible con un estampado discreto, para que el polvo del ambiente quede disimulado. Y no olvides que lo ideal es dejar una distancia de 25 a 30 centímetros entre la alfombra y la pared, para no dar una sensación acumulativa o de falta de espacio en el estudio. Para no equivocarte en el cálculo de las distancias, basta con que dibujes el contorno con rotuladores o elementos similares que se puedan borrar con facilidad. Así luego la podrás colocar sin sorpresas y el tamaño de la alfombra dejará de suponerte una preocupación.
Trucos por estancias separadas
7. Baño. Por pequeño que sea un estudio o un piso, lo más probable es que venga equipado con un baño. En un inmueble de estas características, has de procurar encontrar unos sanitarios a medida. En este sentido, los siguientes accesorios te pueden ahorrar mucho espacio de almacenamiento.
- Lavabo. Los modelos con patas o los que vienen sin ellas están diseñados para ofrecerte una mayor ligereza visual que los que llegan hasta el suelo. También has de decidir si lo prefieres encastrado o exento con balda inferior.
- ¿Bañera o ducha? Una de las cuestiones que mayores quebraderos de cabeza suele dar. Lo cierto, en cualquier caso, es que tener un baño pequeño no implica renunciar a la bañera. Solo has de estudiar la organización interna y encontrar el hueco más adecuado para instalarla. En la actualidad, se venden toda clase de propuestas al respecto, pudiéndose encontrar modelos con formas rectangulares, ovaladas, exentas, combinadas, etc. El más común es quizás el rectangular, aunque la oferta es más que amplia. Tampoco has de preocuparte por las medidas, ya que cualquiera de estos diseños se puede adquirir con las dimensiones que quieras. En cuanto a la ducha, opciones como una mampara transparente contribuyen a una mejor distribución de la iluminación y a no dividir el espacio.
- Revestimientos. Es una opción que has de considerar a la hora de embellecer el acabado de la estancia. Hay tantos tipos como materiales se pueden emplear. La madera es uno de los más habituales. Aporta un toque de calidez y de armonía, ya sea con su característica tonalidad o con complementos como las lamas de colores. Otra idea interesante es el ladrillo, que proporciona una mayor originalidad, especialmente enfocada en motivos urbanos. Lo mismo puede decirse del azulejo, una solución cromática que nunca pasa de moda.
8. Cocina. Al igual que ocurre con los baños, sus reducidas dimensiones no han de frenarte a la hora de equiparlas con accesorios de calidad. En cualquier caso, una cocina con encimeras vacías o sin accesorios relevantes siempre ofrece una visualización agradable. Recomendamos una exposición ordenada de la cubertería, incluyendo los vasos, así como de los estantes para depositar las especias y resto de ingredientes que vayas a utilizar en la preparación de los alimentos. Por supuesto, no sientas ningún reparo en dejar a la vista cualquier electrodoméstico o utensilio de uso frecuente. No solo ahorrarás espacio, sino que darás a la estancia una presentación equilibrada y acorde a su cometido. Si no dispones del suficiente espacio de almacenamiento, prueba con soluciones sencillas, como aprovechar esos armarios superiores que suelen quedar vacíos o recurrir a la parte inferior de la isla central. Incluso, si las circunstancias lo permiten, puede ser interesante que apuestes por el alféizar de la ventana, una zona que puede ofrecerte una mayor comodidad, así como un plus de armonía con el exterior.
9. Dormitorio. El elemento más relevante de esta estancia es la cama. No solo es la parte del mismo en la que más tiempo vas a pasar, sino la que va a ocupar la parte central de la habitación. Por tanto, va a acaparar toda la atención visual, lo que la convierte en el eje que va a articular el resto del mobiliario y decoración de la sala. Puedes optar tanto por un modelo convencional de cama como por un sofá cama, que te prestará el mismo servicio, solo que en menos espacio (aunque cualquiera de estos artículos te puede caber perfectamente en una habitación de dimensiones estándar). Sea una cama o un sofá-cama lo que decidas instalar, un accesorio que no puede faltar de ningún modo es la mesita de noche. A ser posible, que sean dos, una a cada lado, para una mayor simetría. El apartado estético no suele suponer ningún problema, ya que están diseñadas para combinar fácilmente. Y hablando de combinar, no puede completarse el mobiliario de una habitación sin incluir cortinas, un elemento que terminará de perfilar el diseño de la sala. Procura siempre que sean opacas, para que puedas disfrutar de una mayor intimidad. En cuanto al armario ropero, lo más fácil es que venga encastrado en un tabique de la sala. Puedes completar el resto de la estancia con algún mueble decorativo colgando de la pared o un galán para organizar mejor las prendas.
10. Terraza. No podíamos cerrar este artículo, sin hacer una mención, aunque sea breve, a este complemento. Si bien no está presente en muchos inmuebles, sí es cierto que muchos suelen incorporar alguna, por pequeña que sea. En cuanto a su decoración, si lo que quieres es disfrutar de la mayor intimidad posible, una hilera de plantas que sobrepase la altura de la barandilla puede ser una opción tan recomendable como sencilla, además de fresca en los días más calurosos del verano. También puede resultarte de gran utilidad amueblar el espacio disponible con mesas y sillas de reducidas dimensiones, una solución ideal para repostadas tertulias. Si quieres convertir estas tertulias en aceleradas fiestas, este mismo escenario puede servirte, bastando con unos ligeros cambios en los cojines y el mobiliario auxiliar, para añadirle un enfoque chill out. Para iluminar la terraza, una interesante propuesta es apostar por las lámparas solares de exterior, con las que ahorrarás dinero en la factura energética y contribuirás a reducir la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Estos accesorios son fáciles de conseguir en cualquier tienda de decoración y presentan la ventaja añadida de recargarse con facilidad (una labor que pueden hacer por sí solos durante el día).
Conclusiones que se pueden extraer
Comprar un estudio pequeño o un piso de 20 o 30 metros cuadrados no significa necesariamente que todo sean inconvenientes, ya que, entre otras muchas ventajas; son más económicos por ejemplo. Un ahorro que se traslada al ámbito de la decoración y la elección del mobiliario, al permitir la adopción de diseños muy innovadores con presupuestos nada descabellados. Y, al contrario de las grandes superficies, tienes la ventaja añadida de que es mucho más fácil mantener una coherencia estética.
Por tanto, no has de ver el hecho de disponer de poco espacio como un inconveniente a la hora de decorar. Al contrario, es una oportunidad dorada para que maximices cada centímetro de la construcción y le des tu inconfundible sello personal. Y si no sabes cómo empezar, siempre puedes optar por solicitar asesoramiento de los expertos en la materia. Se trata de una opción muy recomendable y que, incluso, puede resultarte rentable a largo plazo.
Entonces, ¿cuál es el truco más importante? La paciencia. Nada se logra de un día para otro. La mejor manera de conseguir lo que buscas consiste en ir haciendo pruebas hasta que encuentras la versión definitiva. De este modo, un piso de 40 metros cuadrados te resultará ser tan íntimo y acogedor como uno de mayor tamaño.